El 1 de enero de 2023 entró en vigor la aplicación de un nuevo tributo a las empresas, se trata del Impuesto Especial de Envases de Plástico No Reutilizables (IEEPNR). ¿Cómo afecta esto a la compra de palés de plástico para tu negocio? Te lo contamos aquí.
Este impuesto consiste en gravar a las empresas que generan de manera constante residuos y envases de plástico de un solo uso que son tan perjudiciales para el planeta por su falta de reutilización y por el tiempo que tardan esos materiales en degradarse para que opten por soluciones más responsables con el medioambiente.
Los envases de plástico son los principales afectados, ya que son los que más contaminan. En este grupo, entran tanto los productos enteramente hechos de plástico (envoltorios, cápsulas de café, tóner de impresora, ambientadores de plástico…), como los hechos con plásticos semielaborados y los que contengan plástico destinado al cierre, comercialización o presentación (tapones, lazos de plástico, papel film…).
Si compro un palé de plástico, ¿tendré que pagar el IEEPNR?
Este impuesto está pensado para desincentivar el uso abusivo del plástico, que es más evidente en los envases. Como su propio nombre indica, se añade este impuesto a aquellos productos que hacen uso de plásticos no reutilizables.
Eso quiere decir que si tu palé es de plástico, se le puede cobrar el impuesto. Excepto con los palés de Tradepallet, los cuales son fabricados con plásticos 100% reciclados y reciclables para así cuidar del planeta y el ecosistema.
Además, una vez llegado el fin de vida del productos, aparte de ser reciclable, es reusable, por lo que puedes darle una segunda vida y hacer que cumpla otra funcionalidad, como por ejemplo, una mesa de café o un jardín.
Entonces, ¿a qué productos se les añade el IEEPNR?
Te dejamos una lista de algunos productos a los que se les aplica el nuevo tributo.
- Cosmética: Todo tipo de productos sin envase exterior que estén hechos de plástico, pues el propio producto de plástico es su mismo envase.
- Alimentación: Bolsas preparadas del supermercado con fruta seleccionada, comida precocinada, productos de carnicería, charcutería y pescadería (ya que los ponen en una bolsa de plástico para su transporte o el propio paquete si ya viene cortado), yogures, mantequilla, helados…
- Transporte: Cajas, cajones y bandejas de comida para llevar, así como bridas, pizas y otros medios de sujeción.
- Hogar: Botellas, bidones y garrafas (los de aceite, champú, salsas, bebidas…), carretes de hilo de costura, papel film, pajitas, productos con tapas y tapones, bolsas de congelación de alimentos, etc.
- Higiene: Cajas portalentillas y portagafas de usar y tirar, paquetes de toallitas húmedas, cazos de detergente, tubos de dentífrico, botellas de enjuague bucal, gel desinfectante, cremas corporales…
Hay una forma de no pagar el impuesto
Siempre hay formas de librarse de hacer algo que no nos gusta o no nos conviene, y en este caso, no puede ser más fácil.
La solución para no pagar el impuesto es cambiar tus hábitos de consumo por unos más ecológicos. En la actualidad, hay productos que cumplen la misma funcionalidad pero hechos con una conciencia más ambiental.
Si quieres encontrar cambiar tu impacto en la huella de carbono, empieza a usar productos con plásticos reciclados y reciclables o usa plásticos PCR (Post-Consume Recycled).
Como consumidor, puedes empezar a llevar tus propios envases de casa y así tener tus envases sostenibles. Por ejemplo, en la charcutería puedes pedir que te pongan en producto en tu propio envase, aunque sea de plástico. O puedes ir a tiendas ecológicas y comprar legumbres en tu propia bolsa de yute.