El sector «retail» es uno de los ámbitos comerciales que más dependen de un almacenaje eficaz. Si te encuentras en este sector es posible que se te plantee la duda de cómo organizar tu almacén para ganar tanto espacio como eficiencia, y aquí es donde queremos profundizar.
Si tienes una pyme o empresa que trabaje con mercancías, ya sea en retail, logística o almacenaje, aquí te ayudamos a conseguir la forma ideal para mejorar tu almacén.
Consejos de organización y gestión de almacenes
No hay grandes trucos a la hora de plantear cómo sacar más partido a tus espacios. El principio esencial se centra en la eficiencia, y la Ley o principio de Pareto. en él, el 80% de los resultados parten del 20% de los activos, y esta regla se mantiene con una sorprendente fiabilidad.
El efecto de esto se centra en la accesibilidad de los productos. Organizarlos por orden alfabético, por modelos o tamaño puede resultar inteligente, pero ¿Qué dirías si te contamos que el 80% de tus pedidos se centran en apenas un 20% de tus productos almacenados?
Con esto ya vamos vislumbrando por donde van los tiros. La eficiencia del transporte dentro del almacén define nuestra eficiencia.
Métodos de organización de un almacén
Buscamos un almacén más eficiente, más fácil de operar, más rápido y seguro.
De primeras puede resultar una tarea difícil, así que vamos a instaurar los principios en los que nos basamos. El tamaño no lo es todo, y a veces toca aplicarnos otro famoso principio, el de «menos es más».
Nuestro almacén es tridimensional. Cuenta con dimensión vertical y horizontal, así que vamos a trabajar para sacarle el máximo partido. Nuestro yo del futuro lo agradecerá.
Organizando almacén en altura
La imagen de almacenes con grandes estanterías hasta rozar el techo es lo que nos viene a la mente, aunque no siempre necesitaremos que sea así.
Los almacenes con altas estanterías tipo Picking se destinarán a productos de peso ligero y medio. Sus baldas resistentes pueden soportar hasta una tonelada de peso, y aunque pueden alcanzar una altura considerable puede que debamos evitar subir más niveles de los necesarios.
La altura de un almacén está limitado por varios factores:
- Altura del techo: Obviamente los locales, bajos comerciales o pequeños almacenes no siempre pueden contar con la altura suficiente para jugar esta baza. Por suerte, no es imprescindible un techo alto.
- Maquinaria disponible: Para los almacenes más grandes son necesarias transpaletas eléctricas telescópicas, elevadoras y apiladores. El presupuesto de estas máquinas ya denotan un volumen de trabajo y superficie importante. Sin embargo, si no podemos permitirnos estos materiales o nuestro material no lo requiere deberemos ceñirnos a las alturas más accesibles.
- El tipo de material: Colocar los materiales más pesados en alturas elevadas es una mala idea, incluso si nuestras estanterías lo permiten. El almacenamiento vertical del mismo tipo de producto, pudiendo reponer las unidades faltantes desde arriba, nos ayudará a dar coherencia al almacén. Siempre podemos redirigir los materiales pesados a zonas específicos, pero siempre basándonos en el planning horizontal que os comentamos.
Organizando el almacenaje en planta
Este punto es decisivo, pues si la altura era limitante aquí definimos si lograremos mejorar nuestros procesos.
Un almacén pequeño pero bien optimizado es mucho mejor que cientos de metros de pasillos en los que perderse. Para dar coherencia a nuestro almacén empezaremos a crearlo de dentro hacia afuera.
El área de trabajo donde preparamos los envíos es donde se concentra la mayor parte del trabajo. Podemos separar y organizar los productos por áreas según la recurrencia de pedidos. Así pues, podemos destinar las zonas cercanas a nuestro área de preparación con el 20% de los productos más recurridos.
Así pues, podemos crear 2 áreas adicionales en las que situaremos los productos de menos recurrencia y rara recurrencia. La zona más alejada al área de envíos será para productos obsoletos y exceso de inventario, orientada a productos que se prevé no serán pedidos.
La organización de personal también se repartirá de forma coherente. El mayor conjunto de trabajadores se dedicarán a la zona de productos de alto impacto, mientras que un porcentaje mejor se encargarán de agilizar el tránsito de la zona media y cercana sin intervenir en el ritmo de trabajo más intensa.
Logrando un almacenaje más eficiente
El tener en cuenta esto busca poder aplicar sistemas de organización y de trabajo más eficientes.
Un mejor control del espacio junto a una organización de las labores por recurrencia nos ayuda a crear un flujo de trabajo más inteligente. Ahorramos mucho dinero en recursos redirigiéndolos a las zonas de negocio. A nivel maquinaria y personal, supone una evolución muy positiva que da sus frutos desde el primer momento y se puede aplicar a cualquier superficie.