La logística se encarga de organizar de manera eficiente los recursos en el ámbito, generalmente, de la distribución. Almacenaje y transporte son sus dos tareas principales. No es de extrañar que, con las nuevas tecnologías, estos procesos se automaticen y simplifiquen consiguiendo mayor optimización todavía para la logística del futuro.
Desde los inicios de la civilización, las sociedades ya se organizaban necesitando almacenaje y transporte de bienes para su consumo. Se lleva gestionando y coordinando el aprovisionamiento desde tiempos inmemoriales. Pero no vamos a hablar del pasado, sino de futuro.
No hay duda de que la cadena de logística tiene efectos monumentales a nivel económico, medio ambiental, de ventas para las empresas… A todos nos interesa que este sector evolucione de manera óptima. ¿Cuáles son las mejoras más cercanas en el tiempo?
Tecnologías (no tan futuras) en el mundo de la logística
Vehículos eléctricos: el objetivo de este modo de transporte será reducir el coste por kilómetro, así como la reducción de emisiones contaminantes para el entorno. Para ello, las baterías han de conseguir la autonomía suficiente para largos trayectos con cargas pesadas.
Impresión 3D: ya hemos asistido a la recreación de miembros del cuerpo, como puede ser un brazo o incluso un corazón, con impresiones tridimensionales. ¿Cómo no pensar en su aplicación en la logística del futuro (y no tan futuro)? Tal vez llegue un día en el que encarguemos el plano de nuestro material de transporte e imprimamos el palet o caja que buscamos.
El Big Data no es ningún misterio ya en la sociedad empresarial actual. La inmensa cantidad de información que circula por internet hace necesario un control de ella. Tendencias de consumo, datos de clientes, previsiones de ventas, flujos de producto… será información muy útil si conseguimos gestionarla adecuadamente y no se convierte en un amasijo de datos sin clasificación.
Vehículos autónomos sin necesidad de la intervención de las personas. Evitaría descansos del conductor, reduciría accidentes por causa humana, y un largo etcétera de ahorros. Pero todavía hay que estudiar en profundidad este elemento para que funcione sin peligro alguno y conseguir los objetivos que se buscan.
Inteligencia artificial: en el ámbito de la logística nos estaríamos refiriendo a ordenadores que sustituyan la capacidad de pensar, aprender y tomar decisiones de las personas. Si bien es cierto que esto tendría impactos que hay que estudiar para quien esté pensando en implantarlo, como por ejemplo, la redefinición de los roles de las personas que integran la plantilla, es una realidad que está cada vez más cerca.
Simplificar la toma de decisiones podría dejar más tiempo a las personas para otro tipo de roles en la empresa. La solución de los problemas se haría de forma más rápida y eficiente. Se implante o no esta tecnología en la logística del futuro, la tendencia es que las personas sigan siendo el núcleo de las empresas.
Marketing: es esencial para que los productos y servicios sean requeridos por el consumidor e identificarles la necesidad de que el producto que ofrecen es el que el cliente está buscando. Rapidez de respuesta y mayor control sobre el flujo de información. Ya está totalmente incorporado en la logística del futuro y del presente.
Tendencias que afectarán a la industria logística del futuro
El cliente es el centro de toda operación empresarial: es una realidad ya consolidada que conlleva cambios en las empresas. La personalización de los servicios es la tarea clave para conseguirlo. Teniendo en cuenta que las ventas online crecen sin frenos, la solución de atención al cliente por esta vía está en el punto de mira de todas las empresas. Tampoco hay que olvidarse de que la experiencia de compra tiene lugar antes, durante y después de la misma. La atención post compra sube puestos entre los aspectos más valorados por los consumidores.
¿Cuáles son las nuevas exigencias del consumidor? La calidad y los plazos de entrega son dos aspectos a cuidar mucho para satisfacer al cliente. Por la diversidad de la oferta, la calidad será un punto diferencial a la hora de escoger proveedor.
Además, con la ayuda de un software de gestión de flotas como Movertis, serás capaz de gestionar tu flota en tiempo real, lo que te permitirá reducir costes, calcular rutas y llegar a tiempo a destino. De esta manera dotarás la empresa de un grado superior de conducción eficiente, ecológica y segura.
La rapidez y la sensación de falta de tiempo que se apodera de la sociedad hace necesario un control sobre los plazos de entrega, así como la transparencia de la información. Un cliente valorará conocer el día de entrega de su producto.
El canal de compra es online, a través de internet, sin barreras ni fronteras y primando la rapidez, claridad y atención. El cliente quiere, con un solo click, tener toda la información sobre el producto y su envío, pagar, y poder rastrear el paquete hasta su entrega. Una eCommerce es requisito indispensable para las empresas que no quieran quedarse atrás.
Sostenibilidad es el otro pilar de todo negocio. Y en logística se multiplica la necesidad de tomar medidas. Economía circular, reducción de emisiones CO2, Smart Containerization, Green Energy Logistics… innovaciones que diferencian a las empresas de sus competidores.
Tracking en tiempo real: es la tendencia que permite optimizar en cada momento el desarrollo del proceso. Conocer qué está pasando, qué está funcionando, qué falla, y solucionarlo de manera instantánea, mejorará a nivel operativo el funcionamiento de la empresa y aumentará la satisfacción de los clientes. También conseguirá reducir costes derivados de imprevistos a largo plazo o al recabar resultados al final del proceso.
Por último, la flexibilidad. Esa tendencia que nunca pasa de moda. Ningún cambio, tendencia ni avance tiene sentido si no somos una empresa flexible capaz de adaptarse a lo que viene, ampliar la visión e integrar la globalización. La tecnología, las necesidades de las personas, los factores climáticos… todo cambia. Y lo hace de manera rápida y constante. Lo que hoy sirve, mañana podría ser sustituido por otra innovación. Si queremos pensar en el futuro, nuestras estrategias han de estar diseñadas con miras a largo plazo.